LAS COSAS ETERNAS

LAS COSAS ETERNAS

Soria, 2003

Lo normal, lo conocido, lo que hasta hace bien poco era una constante era no poder ver nunca lo que sucedía en torno a mi cuerpo. Con esta visión de primate, lo único que se podía hacer era mirar hacia delante y como mucho hacia ambos lados, pero no simultáneamente. Nunca pensé que llegaría a lograr la visión panorámica. Saber lo que sucede en cada lugar sin moverme, disfrutar de la seguridad que te da el conocer lo que viene o va desde tu atalaya.

Lo que no había tenido en cuenta era que, de esta manera, las direcciones posibles de mis pasos se multiplicaban. Cualquier lugar podía ser bueno aunque mucho después me he dado cuenta de que sólo podemos llegar a conocer el que habitamos. Peor aún, cualquier lugar parecía susceptible de ser bueno... por no decir mejor, sin embargo, nunca llegaríamos a tiempo de estar en él.

 

Aquí comienza lo que quedó de MÁQUINAS DELIRANTES (2005-2008). Este año toca a su fin un periodo de introspecciones y experimentos de muy diversa índole que han venido a revelar unas realidades bien obvias si bien a través de mecanismos bien extraños e interesantes.

Una vez a la semana iré desgranando lo que durante unos cuantos años ha supuesto una búsqueda incansable de belleza y conocimiento ciertamente desmedida.

Tras Las Huellas, no es sino un espacio donde desenroscar paquetes de información pura. Espero llenarlo de elementos interesantes para quien tenga colmillo de coleccionista.

Bon Apetit!