Homenaje a Friedrich
Homenaje a Friedrich
Aquel hombre que sacaba medio cuerpo a través de la ventanilla del carruaje en plena tempestad era Turner. Observaba con los ojos bien abiertos la fuerza del aparato eléctrico, sentía en su rostro el agua y el viento. Quería devorar la experiencia de todo aquel potencial que la naturaleza manifestaba y por contraste percibir lo pequeña y extrema de su condición humana. Pero su propia fragilidad no le intimidaba, admiraba la majestuosidad de las fuerzas de la naturaleza.
Este es el espíritu romántico. Descrito por Eugenio Trías en “Lo bello y lo siniestro”. Han pasado los años pero aún lo tengo presente. Como el cuadro de Friedrich. He buscado en exposiciones ese cuadro, he visto a Friedrich pero no a su hombre de espaldas contemplando la naturaleza. Su pintura no me pareció especial. Era todo lo que no había que hacer según el manual de la pintura contemporánea de las academias actuales. Sin embargo, la imagen que representa es una de las más versionadas en los últimos años.
El zorro contempla la creación humana, parece que esos bloques de casas monstruosos le inspiran algún pensamiento que no esperamos de él. Cómo percibe esas formas tampoco lo sabremos jamás. Me transmite cierta nostalgia este zorro tan fuera de contexto.