CRUCE DE CAMINOS

CRUCE DE CAMINOS

Garbiñe y Ana se encontraron en Berlín. Sin conocerse previamente dio la casualidad de que tenían un amigo en común. Será posible que pasen estas cosas y que yo habiendo quedado con una amiga en Barcelona no la haya visto? Maraña de comunicaciones, atasco constante el de aquel lado de la tierra firme, uf! Parecía una planta al borde de la asfixia. Una trama saturada de impurezas cuyos conductos se solidificaban y gangrenaban. Terrible lugar. No había luz ni aire, qué distinto hoy de verlo a pie de calle, paseando lentamente o en bici. Uf uf uf uf . . . . . . . . .