Andrea Fraser y su performance en el Guggenheim Bilbao

Andrea Fraser y su performance en el Guggenheim Bilbao

«Al igual que el arte no puede existir fuera del campo artístico, tampoco nosotras podemos existir fuera del campo del arte, al menos no como artistas, críticos, curadoras, etc. Y lo que hacemos fuera del campo, en la medida en que permanece fuera, no puede tener efecto alguno sobre él. De manera que, si no hay un afuera para nosotras, ello no se debe a que la institución esté herméticamente cerrada o porque exista como un aparato del "mundo totalmente administrado" o porque haya crecido hasta ser omniabarcadora en su tamaño y alcance. Se debe a que la institución está en nuestro interior, y de nosotras mismas no podemos salir»

«From the critique of institutions to the institutions of Critique», en John C. Welchman (ed.), "Institutionnel critique and After", JRP/Ringier, Zurich, 2006.

 

Every time we speak of the "institution" as other than "us," we
disavow our role in the creation and perpetuation of its conditions. We
avoid responsibility for, or action against, the everyday complicities,
compromises, and censorship-above all, self-censorship-which are driven
by our own interests in the field and the benefits we derive from it. It's
not a question of inside or outside, or the number and scale of various
organized sites for the production, presentation, and distribution of art.
It's not a question of being against the institution: We are the institution.
It's a question of what kind of institution we are, what kind of values
we institutionalize, what forms of practice we reward, and what kinds
of rewards we aspire to. Because the institution of art is internalized,
embodied, and performed by individuals, these are the questions that
institutional critique demands we ask, above all, of ourselves.

 

Cada vez que hablamos de la "institución" como si fuera algo distinto a "nosotros", renegamos de nuestro papel en la creación y perpetuación de sus condiciones. Evitamos responsabilidad alguna o acción en contra de las complicidades diarias, los compromisos y la censura —sobretodo, de la autocensura—, todo ello conducido por nuestros propios intereses en el propio campo y por los beneficios que obtenemos de él. No es una cuestión de dentro o fuera, o del número y la escala de algunos de los emplazamientos organizados para la producción, presentación y distribución del arte. No es una cuestión de estar en contra de la institución: Nosotros somos la institución. Es una cuestión de qué tipo de institución somos nosotros, qué tipo de valores institucionalizamos, qué tipo de prácticas premiamos y a qué tipo de recompensas aspiramos. Porque la institución arte está internalizada, corporeizada y realizada por individuos, estas cuestiones son las reinvindicaciones de la crítica institucional que exigimos, sobretodo, las centradas en nosotros mismos.

 

https://www.youtube.com/watch?v=auOKsXnMmkg